viernes, 24 de abril de 2009

Un panecillo

En tu petición diaria,

a tu padre soberano,

le dices esta plegaria:

"Dadnos el pan cotidiano".

Este Dios, hoy sin sosiego,

hambre sufre y tiene afán;

Escucha su humilde ruego:

"Dadme un pedazo de pan".

¡Oh, mi hermana! estad segura,

que otro pan Jesús no ansía,

que el Amor de alma pura;

¡Es su pan de cada día!


(Santa Teresita del Niño Jesús)