miércoles, 29 de abril de 2009

EL ANGEL DE MI GUARDA


Angel bello sueño mío,
Guardián santo de mi alma:
Tú que brillas en el cielo,
Como ardiente y pura llama,
Junto al trono Eterno,
En el más luciente alcázar;
Angel bello, sueño mío,
A buscarme luego baja;
Baja pronto a rodearme
Con tu pura ardiente llama;
Sé mi hermano, sé mi amigo,
Mi consuelo y mi esperanza.

Conociendo mi flaqueza,
Dulce hermano de mi alma,
Conducida de la mano
Tú me guías y me apartas
De los hondos precipicios
Y me quitas del camino los tropiezos y las zarzas.
Siempre dulce y cariñoso,
Tú me animas, tú me invitas y levantas
A mirar los altos cielos
Tan azules y tan bellos como limpia es tu mirada:
¡Tu mirada que, al mirarme tan chiquita,
Ilumina tu radiosa frente santa!

Angel bello, sueño mío,
Que cruzando vas la atmósfera azulada
Como brillo de centella,
Como brillo fulgurante de luz blanca:
Vuela vuela, cuantas veces
Cada día volar puedas con tus alas,
Junto a seres que yo quiero con mi vida,
Junto a seres que idolatro con el alma.
Vuela, vuela, guardián mío,
A enjuagar sus tristes lágrimas
Con tus alas bienhechoras,
Con el borde perfumado de tus alas.
Y al llegar a los umbrales
Del solar de mi familia tan cristiana,
Canta, canta las bondades de mi Esposo;
Mis amores y mis martirios canta, canta;
Y murmura por lo bajo tú mi nombre;
Diles, sí, que yo te envío, pero díselo en voz baja.

Sueño mío, dueño mío,
Angel santo de mi Patria;
Salvar quiero con mi vida,
Salvar quiero con mi alma
Tantos pobres pecadores, mis hermanos,
Que abandonan a mi Esposo y de Él se apartan.
Dame vivos resplandores,
Dame tus ardientes llamas
Para unirlas a mis pobres sacrificios;
Toma, toma mi pobreza con mis lágrimas;
Todo unido a tus angélicas virtudes,
Ponlo junto en la balanza
Donde pesa el justo juez los pecadores,
Porque pese más que el crimen muestra gracia.

Angel bello, dueño mío,
Compañero inseparable de mi infancia;
Para tí, cual recompensa,
De estas íntimas victorias y batallas,
Sea el reino de la gloria;
Que tú Rey, Señor de reyes, te lo aumente de pujanza.
A mí, pobre Florecilla,
Con el pan del altar santo y la cruz sólo me basta.
Con tu ayuda y con tu guía
Con la Cruz y la Hostia Santa
Seguir puedo mi camino con holgura.
Hasta el fin de la jornada,
Siempre asida de tu mano,
Siempre alegre, siempre en calma,
Hasta entrar los dos juntos pronto, pronto,
Por la puerta luminosa de tu alcázar.



Febrero 1892



YO PECADOR


 

Confíteor Deo omnipoténti,
beátae Maríae semper Vírgini,
beáto Michaéli Archángelo,
béato Ioánni Baptístae,
santis apóstolis Petro et Paulo,
ómnibus Santis, et vobis, fratres;
quia peccávi nimis cogitatióne, verbo et ópere;
mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa.
Ideo precor beátam Maríam semper Vírginem,
beátum Michaélem Archángelum,
beátum Ioánnem Baptístam,
sanctos apóstolos Petrum et Paulum,
omnes Santos, et vos, fratres,
oráre pro me ad Dóminum, Deum nostrum.
Amen
 



 
 
Yo, pecador me confieso a Dios todopoderoso
a la bienaventurada siempre Virgen María,
al bienaventurado san Miguel Arcángel,
al bienaventurado san Juan Bautista,
a los santos Apóstoles Pedro y Pablo,
a todos los santos, y a vosotros, hermanos,
que pequé gravemente con el pensamiento, palabra y obra;
por mi culpa, por mi culpa, por mi gravísima culpa.
Por tanto, ruego a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado san Miguel Arcángel,
al bienaventurado san Juan Bautista,
a los santos Apóstoles Pedro y Pablo,
a todos los santos, y a vosotros, hermano,
que roguéis por mí a Dios nuestro Señor.
Amén

martes, 28 de abril de 2009

MAGNIFICAT


Proclama mi alma la grandeza del Señor; se alegra mi espíritu de Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí; su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo; dispersa a los soberbios de corazón, derriba el trono a los poderosos, enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

BENDITA SEA TU PUREZA


Bendita sea tu pureza
Y eternamente lo sea
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
te ofrezco desde este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión.
No me dejes, Madre mía.

ACORDAOS


Acordaos,
¡oh piadosísima Virgen María!
que jamás se ha oído decir
que ninguno
de los que han acudido
a vuestra protección,
implorado vuestro socorro
haya sido abandonado de Vos.
Animado con esta confianza
a Vos también acudo,
¡oh, Madre, Virgen de las Vírgenes!
y, aunque gimiendo
bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a aparecer
ante vuestra presencia soberana.
No desechéis, oh Madre de Dios!,
mis humildes súplicas; antes bien,
inclinad a ellas vuestros oídos
y dignaos atenderlas favorablemente.

Amén.

Ave María


Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;

bendita Tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

PADRE NUESTRO


Padre nuestro,
que estás
en el cielo,
santificado
sea Tu Nombre;
venga a nosotros
Tu Reino;
hágase Tu voluntad
en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal

Amén.

viernes, 24 de abril de 2009

LA DEVOCION DE LAS TRES AVEMARIAS


Rezar por la mañana y por la noche, así:

1ª ¡María, Madre mía, líbrame de caer en pecado mortal!
Por el Poder que os concedió el Padre Eterno.
Ave María ...
2ª ¡María, Madre mía, líbrame de caer en pecado mortal!
Por la Sabiduría que os concedió el Hijo.
Ave María ...
3ª ¡María, Madre mía, líbrame de caer en pecado mortal!
Por el Amor que os concedió el Espíritu santo.
Ave María ...


"¡Oh, María!, por tu Inmaculada Concepción, purifica mi cuerpo y santifica mi alma."





LA DEVOCION DE LAS TRES AVEMARIAS
¿Queréis salvaros?... Sed devotos de la Virgen María,
porque sin su mediación junto a Jesús nadie se salva.
Pedidle su amparo, rezando todos los días las
TRES AVEMARIAS, cuya breve y sencilla devoción
reveló la misma Madre de Dios a Santa Matilde y
a otros santos, a los cuales declaró que quienes reces
las TRES AVEMARIAS diariamente para celebrar los privilegios
que recibió de la Santísima Trinidad (Poder, Sabiduría
y Bondad Misericordiosa), tendrán su protección
durante la vida y su especial asistencia en la hora
de la muerte.
Por eso San Alfonso María de Ligorio recomendó
con insistencia el rezo de las TRES AVEMARIAS;
San Leonardo de Puerto Mauricio predicó con fervor
esta devoción, diciendo:
"¡Oh, qué santa práctica de piedad!
Este es un medio eficaz de asegurar vuestra salvación";
y, a su vez, el venerable siervo de Dios
Luis Maria Baudoin, escribió: "Rezad cada día
las TRES AVEMARIAS; si sois fieles en pagar a
María este tributo de homenaje, yo os
prometo el Paraíso."


Propagad esta devoción, porque
"quien salva un alma, salvó la suya"(San Agustin)

¡Oh mi adorado Señor!

¡Oh mi adorado Señor!
crucificado por mí,
Mártir Divino
por nuestro amor,
te ruego que me hagas
alegremente solícito
al sufrimiento.
Aumenta en mí
el amor por Tí
en la medida
que aumentes la pena.
Si las llamas de la caridad
invaden completamente
mi alma,
cuán dulce me será sufrir
y cuán dulce morir por tu amor
y por el de las criaturas.
Corazón de Jesús,
sé siempre mi bien y mi Amor.

(Maria Valtorta)



Oracion a San José


Compasivo Patriarca San José,
ven a mi encuentro
en el momento extremo
para guiar mi alma
a la Salvación
en el último viaje.
Que tu mirada
haga huir al tentador infernal
y mi alma se refugie
entre tus brazos,
ellos que fueron la cuna
de mi Salvador,
y desde allí
alce el vuelo
hacia el Amor Etero.
San José,
sedme escudo
en la batalla final
para morir en Cristo.


(Maria Valtorta)


¡Oh María!, Madre mía

¡Oh María!, Madre mía,
dame la dulzura de tu sonrisa,
cuando la tempestad con mayor fuerza ruge sobre mí
y la cruz pesa;
dame el consuelo de tu caricia
cuando el alma sufre en la pasión;
dame tu seno para refugiarme
y tu corazón de Madre para consolar
mi abatimiento,
cuando la muerte me atemoriza.
¡Oh Madre Mía!, te confío mi vida
y mi agonía.
Haz que pueda morir entre tus brazos
para despertarme en el Paraíso.


(Maria Valtorta)

ORACIÓN DE SANACIÓN (del Señor y Virgen del Milagro)


Ante todo te doy gracias por mi Bautismo.
Es el fundamento de mi vida Espiritual.
Dame señor, la Gracia de renovar mis compromisos bautismales.
Tú sabes, Señor que hay en mí muchas ataduras y esclavitudes.
Te pido tu gracia liberadora:
Líbrame de fuerzas exteriores que limiten mi libertad de Hijo de Dios.
Líbrame de vicios compulsivos, de malos hábitos y prejuicios.
Líbrame de supersticiones y vanos temores.
Líbrame del respeto humano y de esclavizarme al qué dirán los otros.
Líbrame de estar sujeto a roles y programas.
Líbrame de resentimientos.

Dame la Gracia de perdonar a otros
Dame la Gracia de perdonarme a mi mismo
Dame la Gracia de aceptar tus caminos.
Tú quieres que todo contribuya a mi bien.

Te doy gracias por todo.

Tú sabes que hay heridas en mí:

Las del seno materno.
Las de mi infancia.
Las de mi primera niñez.Las que sentí cuando llegaba al uso de la razón.
Las de mi segunda niñez.
Las de mi adolescencia, juventud, edad adulta Y madura.

Dame señor, que pueda perdonar y amar.
Dame Señor, que pueda aceptarme como soy.

Tú sabes Señor, que hay en mi muchas tendencias al mal.
Dame Señor las virtudes para resistir:El egoísmo y la avaricia.
La gula y la pereza.
La envidia, la ira Y la mentira.
La Impureza y agresividad.
La superstición y los temores.
Las ambiciones de poder sobre tos demás.

Dame Señor, tu Espíritu Santo que me renueve íntimamente con sus dones y frutos.

Ahora, Señor te presento mi cuerpo:
Con todas sus partes .
Con todos sus órganos.
Con todas sus funciones.
Te pido que sanes lo que está mal y fortalezcas lo que está débil.

Tú conoces los Influjos negativos que recibí de mis padres y antepasados.
Tú conoces las dolencias que ahora más dificultan mi servicio a Ti.
Todo lo pongo en tus manos y te pido por la salud que tu quieres para mi.
Dame las fuerzas que Tú sabes convenientes para mi lugar
y servicio en tu cuerpo, la Iglesia.
Te pido también Señor, por las necesidades de mis parientes y amigos,
de los que me han pedido oraciones.
Tú conoces esas necesidades:
Necesidades de espíritu, de alma y cuerpo.
Necesidades de reconciliación contigo y con otros.
Necesidades materiales y de trabajo.

Por último Señor te presento:
Las grandes necesidades de la Patria y la Provincia.
De la Iglesia Local V Universal: que seamos UNO.
Del Mundo Y del Universo.
Todo lo pongo en tus manos.

Te pido tus soluciones, para la alabanza de Tú nombre,
en Tú tiempo, cuando Tú lo creas conveniente,
como mejor convenga a Tú voluntad.
Amén.

Un panecillo

En tu petición diaria,

a tu padre soberano,

le dices esta plegaria:

"Dadnos el pan cotidiano".

Este Dios, hoy sin sosiego,

hambre sufre y tiene afán;

Escucha su humilde ruego:

"Dadme un pedazo de pan".

¡Oh, mi hermana! estad segura,

que otro pan Jesús no ansía,

que el Amor de alma pura;

¡Es su pan de cada día!


(Santa Teresita del Niño Jesús)


Oración de abandono

“Padre,
en tus manos me pongo.
Haz de mí lo que quieras.
Por todo lo que hagas de mí,
te doy gracias.

Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo,
con tal que tu voluntad se haga en mí
y en todas tus criaturas.
No deseo nada más. Dios mío.

Pongo mi alma entre tus manos,
te la doy, Dios mío,
con todo el ardor de mi corazón
porque te amo,
y es para mí una necesidad de amor
el darme, el entregarme
entre tus manos sin medida,
con infinita confianza,
porque Tú eres mi Padre.
Amén”.
(Charles de Foucauld).









Alma de Cristo


Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos.
Amén.

jueves, 23 de abril de 2009

CREDO



Credo in unum Deum
Patrem omnipotentem,
factorem cœli et terrae,
visibilium omnium et invisibilium;
et in unum Dominum Iesum Christum,
Filium Dei unigenitum,
et ex Patre natum ante omnia sæcula;
Deum de Deo,
lumen de lumine,
Deum verum de Deo vero;
genitum, non factum,
consubstantialem Patri,
per quem omnia facta sunt:
qui propter nos homines
et propter nostram salutem
descendit de cœlis,
et incarnatus est de Spiritu Sancto
ex Maria virgine, et homo factus est:
crucifixus etiam pro nobis sub Pontio Pilato,
passus, et sepultus est:
et resurrexit tertia die secundum Scripturas,
et ascendit in cœlum,
sedet ad dexteram Patris,
et iterum venturus
est cum gloria iudicare vivos et mortuos;
cuius regni non erit finis:
et in Spiritum Sanctum,
Dominum et vivificantem,
qui ex Patre Filioque procedit;
qui cum Patre et Filio simul adoratur
et conglorificatur;
qui locutus est per prophetas:
et unam sanctam catholicam
et apostolicam ecclesiam.
Confiteor unum baptisma
in remissionem peccatorum:
et expecto resurrectionem mortuorum
et vitam venturi sæculi.
Amen.




Credo III mp3