Para obtener favores por intermedio del Siervo de
Dios José Gregorio Hernández. Esta novena debe hacerse con la
intención de participar en la Santa Misa y Comunión todos los domingos.
Oración para todos los días
Oh Dios mío, Todopoderoso que tanto has bendecido a tu amado Siervo José Gregorio, y que por tu gran misericordia le has dado el poder de curar enfermos y socorrer a los necesitados, concédenos Señor la gracia de curarme como médico espiritual de mi alma y de mi cuerpo y socórreme en mis necesidades si ha de ser para tu gloria.
Te pido esto Señor mío en nombre de tu amado Hijo quien nos enseñó a orar diciendo PADRE NUESTRO que estás en el cielo…….
Oh Dios mío, Todopoderoso que tanto has bendecido a tu amado Siervo José Gregorio, y que por tu gran misericordia le has dado el poder de curar enfermos y socorrer a los necesitados, concédenos Señor la gracia de curarme como médico espiritual de mi alma y de mi cuerpo y socórreme en mis necesidades si ha de ser para tu gloria.
Te pido esto Señor mío en nombre de tu amado Hijo quien nos enseñó a orar diciendo PADRE NUESTRO que estás en el cielo…….
Oración a la Santísima Trinidad
Oh Trinidad amabilísima:
en Ti creo,
en Ti espero
y te amo con todo mi corazón.
Te pido que llenes mi alma de tu gracia
y me conserves siempre en tu amistad.
Señor Dios Todopoderoso,
en tus manos están puestas todas las cosas.
Tú has hecho el Cielo y la Tierra
y todo cuanto en ellos se contiene.
Tú eres el dueño del universo
y nada puede oponerse a tu querer.
Por lo tanto ahora,
Señor y Dios nuestro,
ten piedad de nosotros
porque los sufrimientos
y las enfermedades
tratan de acabar con nuestra paz.
No dejes de escuchar a estos siervos
que rescataste con la Preciosa Sangre
de Tu Único Hijo.
Muéstrate compasivo con nosotros,
cambia nuestro llanto en gozo
para que consiguiendo las gracias
que te imploramos,
alabemos Señor tu nombre
y no dejen nuestros labios
de proclamar tus alabanzas.
Santísima Trinidad,
te bendecimos
por las extraordinarias gracias
que concediste a tu
Siervo José Gregorio,
especialmente por aquella
de amarte a Ti sobre todas las cosas
y amar al prójimo como a sí mismo,
en lo cual está resumido todo
lo que tu Ley nos ordena.
Por esta caridad de tu amado Siervo,
te pedimos nos asistas
en todas nuestras necesidades,
especialmente en la que te recomendamos hoy.
Dígnate Trinidad misericordiosísima
oír a tu Siervo.
Y concédenos el favor
que te pedimos por su intercesión,
si es para mayor gloria tuya
y bien de nuestra alma.
Te pedimos por los méritos
de Jesucristo Nuestro Señor.
Amén
Oh Trinidad amabilísima:
en Ti creo,
en Ti espero
y te amo con todo mi corazón.
Te pido que llenes mi alma de tu gracia
y me conserves siempre en tu amistad.
Señor Dios Todopoderoso,
en tus manos están puestas todas las cosas.
Tú has hecho el Cielo y la Tierra
y todo cuanto en ellos se contiene.
Tú eres el dueño del universo
y nada puede oponerse a tu querer.
Por lo tanto ahora,
Señor y Dios nuestro,
ten piedad de nosotros
porque los sufrimientos
y las enfermedades
tratan de acabar con nuestra paz.
No dejes de escuchar a estos siervos
que rescataste con la Preciosa Sangre
de Tu Único Hijo.
Muéstrate compasivo con nosotros,
cambia nuestro llanto en gozo
para que consiguiendo las gracias
que te imploramos,
alabemos Señor tu nombre
y no dejen nuestros labios
de proclamar tus alabanzas.
Santísima Trinidad,
te bendecimos
por las extraordinarias gracias
que concediste a tu
Siervo José Gregorio,
especialmente por aquella
de amarte a Ti sobre todas las cosas
y amar al prójimo como a sí mismo,
en lo cual está resumido todo
lo que tu Ley nos ordena.
Por esta caridad de tu amado Siervo,
te pedimos nos asistas
en todas nuestras necesidades,
especialmente en la que te recomendamos hoy.
Dígnate Trinidad misericordiosísima
oír a tu Siervo.
Y concédenos el favor
que te pedimos por su intercesión,
si es para mayor gloria tuya
y bien de nuestra alma.
Te pedimos por los méritos
de Jesucristo Nuestro Señor.
Amén
Oración
Jesús, manso y humilde de corazón,
ardientemente te suplico que hagas
mi corazón semejante al tuyo.
Dame la gracia de ir adquiriendo
progresivamente
un corazón desprendido
y vacío,
manso
y paciente.
Dame la gracia de sentirme bien
en el silencio y el anonimato.
Líbrame del miedo al ridículo,
del temor al fracaso.
Aleja de mi corazón la tristeza.
Hazme libre, fuerte y alegre.
Que nada pueda perturbar mi paz,
ni asustarme.
Que mi corazón no sienta necesidad
de autosatisfacciones y pueda yo dormir
todos los días en el lecho de la paz.
Revísteme de dulzura y paciencia,
mansedumbre y fortaleza,
suavidad y vigor,
madurez y serenidad.
Y los que me ven,
te vean,
Jesús.
Amén
Tú que vives al amparo del Altísimo
y descansas a la sombra del Todopoderoso,
dile al Señor:
“Tú eres mi refugio y fortaleza; Tú eres mi Dios y en ti Confío”.
Tú, eres mi Dios y en Ti confío.
No te sucederá desgracia alguna, ninguna calamidad caerá sobre tu casa, pues el Señor ha dado a sus ángeles la orden de protegerte a donde quiera que vayas.
Tú eres mi Dios y en Ti confío.
Los ángeles de Dios te llevarán en brazos, para que no te tropieces
con las piedras, podrás pisar los escorpiones y las víboras y dominar
las fieras.
Tú eres mi Dios y en Ti confío.
Puesto que tú me conoces y me amas, dice el Señor, yo te libraré y te
pondré a salvo. Cuando tú me invoques, yo te escucharé, y en tus
angustias estaré contigo, te libraré de ellas y te colmaré de honores.
Tú eres mi Dios y en Ti confío.
El Señor es mi luz y mi salvación, a quien voy a tener miedo. El Señor es la defensa de mi vida quien podrá hacerme temblar.
El Señor es mi Luz y mi Salvación.
Oye, Señor, mi voz y mis clamores y tenme compasión; el corazón me dice que te busque y buscándote estoy.
El Señor es mi Luz y mi Salvación.
No rechaces con cólera a tu siervo, tú eres mi único auxilio; no me abandones ni me dejes solo Dios y Salvador mío.
El Señor es mi Luz y mi Salvación.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármame de valor y fortaleza y en el Señor confío.
El Señor es mi Luz y mi Salvación.
Himno al Espíritu Santo
Ven, Dios Espíritu Santo
y envíanos desde el Cielo
tu luz para iluminarnos.
Ven ya,
Ven ya,
Padre de los pobres,
luz que penetra en las almas,
dador de
todos los dones.
Fuente de todo consuelo
amable huésped del alma,
paz
en la hora de duelo.
Eres pausa en el trabajo;
Eres pausa en el trabajo;
brisa en un clima de fuego,
consuelo, en medio del llanto.
Ven luz santificadora,
Ven luz santificadora,
y entra hasta el fondo del alma
de todos los
que te adoran.
Sin tu inspiración divina
los hombres nada podemos
y el pecado nos domina.
Lava nuestras inmundicias,
y el pecado nos domina.
Lava nuestras inmundicias,
fecunda nuestros desiertos
y cura nuestras heridas.
Doblega nuestra soberbia,
Doblega nuestra soberbia,
calienta nuestra frialdad,
endereza nuestras sendas.
Concede a aquellos
Concede a aquellos
que ponen en ti su fe
y su confianza
tus siete sagrados dones.
Danos virtudes
tus siete sagrados dones.
Danos virtudes
y méritos,
danos una buena muerte
y contigo el gozo eterno.
Amén
Amén
Día Primero
Oh Padre Eterno, Dios Todopoderoso, te alabamos, te bendecimos y te damos gracias por todas las cualidades y virtudes que regalaste a tu Siervo José Gregorio, especialmente por su inmenso amor hacia los débiles, pobres y enfermos.Por esta caridad de tu amado Siervo José Gregorio, nos atrevemos a pedirte, por su intercesión, nos concedas el favor que humildemente te recomendamos en esta novena. Te pedimos por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo. Amén
(Se pide la gracia que se desea)
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Día Segundo
Oh
Hijo Amadísimo de Dios que te has hecho hombre por amor nuestro y te
has quedado en la Santa Hostia para ser nuestro alimento, te damos
gracias por el inmenso amor que concediste a tu Siervo José Gregorio
hacia la Eucaristía, la Comunión y la Santa Misa. Has que como él,
también nosotros recordemos siempre con gran fe tus promesas: “Yo soy el
Pan de Vida bajado del Cielo. Quien come de este Pan vivirá
eternamente, no tendrá la muerte eterna y Yo le resucitaré en el último
día”.
Oh Jesús te pedimos confiadamente, por intercesión de tu Siervo José Gregorio, nos concedas la gracia que tanto estamos necesitando.
(Se pide la gracia que se desea)
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Oh Jesús te pedimos confiadamente, por intercesión de tu Siervo José Gregorio, nos concedas la gracia que tanto estamos necesitando.
(Se pide la gracia que se desea)
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Día Tercero
Oh
Espíritu Santo, guía de las almas hacia la verdad y la luz, te pedimos
con toda fe que nos ilumines y nos conduzcas por el camino de la virtud,
alejándonos siempre del pecado y del vicio. También te imploramos, por
intercesión de tu Siervo José Gregorio, nos concedas el favor que tanto
estamos necesitando.
(Se pide la gracia que se desea).
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
(Se pide la gracia que se desea).
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Día Cuarto
Oh Padre Celestial que nos redimiste suscitándonos un Salvador en la persona de tu propio hijo, te damos gracias por tu infinita misericordia. Por el gran amor que tu Siervo José Gregorio tuvo hacia nuestro amado Redentor, recordando frecuentemente los dolores de su Pasión, te suplicamos con gran esperanza de ser escuchados, nos concedas la gracia que en esta novena te estamos implorando. Te pedimos por los méritos de Jesucristo Nuestro Señor y la intercesión de tu Siervo José Gregorio.
(Se pide la gracia que se desea).
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Día Quinto
Oh
Espíritu Santo, te pedimos, al recordar la Santísima Pasión de
Jesucristo, meditando las palabras que el Profeta dijo acerca de él
¡Miradlo cómo le han dejado nuestros pecados!. Varón de dolores que
sabe lo que es padecer. Soportó nuestros sufrimientos y aguantó
nuestros dolores por nuestros pecados. Su dolor nos salvó a nosotros.
Por sus llagas fuimos curados. Él ha sido humillado, herido,
traspasado, triturado, cargado con todos nuestros pecados.
Fue llevado a la muerte como manso cordero, sin protestar, sin abrir la boca. Le dieron a beber hiel y vinagre. Se repartieron sus vestidos. Traspasaron sus manos y sus pies y se puede contar todos sus huesos. Gracias te damos, Redentor Nuestro, por el amor que inspiraste a tu Siervo José Gregorio hacia Ti y hacia todos los que sufren. Por su intercesión te pedimos, pues yo reconozco humildemente nos concedas la gracia que estamos necesitando.
(Se pide la gracia que se desea).
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Fue llevado a la muerte como manso cordero, sin protestar, sin abrir la boca. Le dieron a beber hiel y vinagre. Se repartieron sus vestidos. Traspasaron sus manos y sus pies y se puede contar todos sus huesos. Gracias te damos, Redentor Nuestro, por el amor que inspiraste a tu Siervo José Gregorio hacia Ti y hacia todos los que sufren. Por su intercesión te pedimos, pues yo reconozco humildemente nos concedas la gracia que estamos necesitando.
(Se pide la gracia que se desea).
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Día Sexto
Oh
Espíritu Santo enviado por Nuestro Amable Redentor para librarnos del
error y darnos un especial gusto por la virtud y las obras buenas, hoy
te pedimos con toda fe nos concedas el espíritu de resignación y paz que
tuvo Jesucristo Nuestro Señor cuando en el Huerto de los Olivos oraba
diciendo: “Padre, si es posible aleja de mí estos sufrimientos, pero que
no se haga mi voluntad sino la tuya.
Te suplicamos por medio de tu fiel Siervo José Gregorio, que si conviene para el bien de nuestras almas, nos concedas el favor especial que con nuestra oración estamos implorando en esta novena. Amén
(Se pide la gracia que se desea).
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Te suplicamos por medio de tu fiel Siervo José Gregorio, que si conviene para el bien de nuestras almas, nos concedas el favor especial que con nuestra oración estamos implorando en esta novena. Amén
(Se pide la gracia que se desea).
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Día Séptimo
Padre
Misericordioso, siempre dispuesto al perdón, agobiados por el recuerdo
de nuestros muchos pecados, queremos rezarte hoy la oración que te
compuso tu Siervo el Profeta David: “Misericordia, Dios mío, por tu
bondad. Por tu inmensa compasión borra mi culpa. Borra del todo mi
pecado. Purifícame de mis culpas, mis faltas. Tengo siempre presente
mis pecados. Contra ti Señor pequé y cometí la maldad que aborreces.
Te gusta un corazón sincero y en mi interior me recomiendas sabiduría:
purifícame y quedaré más blanco que la nieve. Aparta de tu vista mi
pecado. Borra en mí toda culpa. Oh Dios, crea en mí un corazón puro.
No me arrojes lejos de tu presencia. No alejes de mí tu Santo
Espíritu. Líbrame del castigo que merezco. Te ofrezco un espíritu
arrepentido y humillado, tú no lo desprecias. En cambio enseñaré a
otros tu doctrina. Haré que los pecadores se vuelvan tuyos y proclamaré
tus alabanzas siempre”.
Padre Misericordioso, te pedimos con toda fe y por la intercesión de tu Siervo José Gregorio, nos concedas la gracia que te estamos suplicando en esta novena.
(Se pide la gracia que se desea).
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Padre Misericordioso, te pedimos con toda fe y por la intercesión de tu Siervo José Gregorio, nos concedas la gracia que te estamos suplicando en esta novena.
(Se pide la gracia que se desea).
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Día Octavo
Señor
Nuestro Jesucristo, Salvador de todos los que creen en Ti, postrados
ante tu Santísima presencia, te rogamos con el mayor fervor, que
imprimas en nuestro corazón los más vivos sentimientos de fe, esperanza,
caridad, dolor de nuestros pecados y propósitos de jamás ofenderte,
mientras que nosotros llenos de amor y compasión vamos considerando tus
cinco llagas. Comenzando por aquellas palabras del Profeta: "Han
taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar todos mis huesos”.
Alma de Cristo, santifícanos. Cuerpo de Cristo, sálvanos. Sangre de Cristo, embriáganos. Agua del Costado de Cristo, purifícanos. Pasión de Cristo, confórtanos. Oh buen Jesús, óyenos. Dentro de tus llagas escóndenos. No permitas que nos apartemos de Ti. Del enemigo malo defiéndenos. A la hora de la muerte llámanos y mándanos ir a Ti para que con tus Santos te alabemos por los siglos de los siglos. Amén. Jesucristo, Redentor Nuestro, te pedimos por intercesión de tu Siervo José Gregorio nos concedas la gracia que en esta novena te estamos suplicando. Amén
(Se pide la gracia que se desea).
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Alma de Cristo, santifícanos. Cuerpo de Cristo, sálvanos. Sangre de Cristo, embriáganos. Agua del Costado de Cristo, purifícanos. Pasión de Cristo, confórtanos. Oh buen Jesús, óyenos. Dentro de tus llagas escóndenos. No permitas que nos apartemos de Ti. Del enemigo malo defiéndenos. A la hora de la muerte llámanos y mándanos ir a Ti para que con tus Santos te alabemos por los siglos de los siglos. Amén. Jesucristo, Redentor Nuestro, te pedimos por intercesión de tu Siervo José Gregorio nos concedas la gracia que en esta novena te estamos suplicando. Amén
(Se pide la gracia que se desea).
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Día Noveno
Oh Espíritu Santo que en tu Siervo José Gregorio suscitaste una inmensa devoción a la Santísima Virgen, queremos honrarte rezando la oración que la misma Madre de Dios compuso inspirada por Ti: “Glorifica mi alma al Señor y mi espíritu se alegra al contemplar la bondad de Dios mi Salvador, porque ha mirado la humildad de su esclava”.Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Todopoderoso ha hecho obras grandes por mí. Su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace maravillas con su abrazo. Dispersa a los orgullosos de corazón y derriba a los poderosos. Eleva a los humildes y a los necesitados los llena de bienes, pero a los que se creen ricos, los despide vacíos.
Alabado sea para siempre el Nombre del Señor. Oh Espíritu Santo, te pedimos por intercesión de tu Siervo José Gregorio, te dignes concedernos la gracia que tan confiadamente te estamos suplicando, si ha de ser para tu gloria y para nuestro bien. Amén
(Se pide la gracia que se desea).
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Oh Dios misericordioso que te has dignado escoger a Venezuela para ser la patria de tu Siervo José Gregorio, quien ayudado por tu gracia, practicó desde niño las más heroicas virtudes, en especial una fe ardiente, una pureza angelical y una caridad encendida, siendo este el camino por el cual su alma llegó a tu divina presencia, cuando recibiste el holocausto de su vida. Concédenos que brille pronto sobre su frente la aureola de los Santos, si es para tu mayor Gloria y Honor de la Santa Iglesia. Te pedimos por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo. Amén. Santísima Virgen María obtén del Altísimo la insigne gracia de la pronta exaltación a los Altares de tu devoto José Gregorio, que tan filialmente te amo a lo largo de toda su vida.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración al Siervo de Dios José Gregorio Hernández
Oh fidelísimo Siervo de Dios José Gregorio oye las suplicas de mi corazón, y así como en la tierra socorriste a los pobres, enfermos y atribulados, con tus limosnas, ciencia y buenos consejos, ahora feliz en el cielo, protégeme, y en prueba de que olvidas, alcánzame el favor que confiado y humildemente te pido, si es para mayor gloria de Dios, honra de María Inmaculada, tu propia exaltación a los altares y para bien de mi alma. Amén.
Jaculatoria
- Tú que hiciste de la humildad tu norma de vida.
Intercede por nosotros.
- Tú que te entregaste al servicio de las más pobres.
Intercede por nosotros.
- Tú que eres nuestro médico del alma y del cuerpo.
Intercede por nosotros.
- Tú que en nuestras angustias, eres nuestro sosiego.
Intercede por nosotros.
- Tú que renunciaste al mundo para dedicarte al servicio del evangelio.
Intercede por nosotros.
- Tú que fuiste un alma pura, fiel a los preceptos de la Santísima Trinidad.
Intercede por nosotros.
- Tú que eres digno de ser alabado por siempre.
Intercede por nosotros.
- Tú que hiciste de la humildad tu norma de vida.
Intercede por nosotros.
- Tú que te entregaste al servicio de las más pobres.
Intercede por nosotros.
- Tú que eres nuestro médico del alma y del cuerpo.
Intercede por nosotros.
- Tú que en nuestras angustias, eres nuestro sosiego.
Intercede por nosotros.
- Tú que renunciaste al mundo para dedicarte al servicio del evangelio.
Intercede por nosotros.
- Tú que fuiste un alma pura, fiel a los preceptos de la Santísima Trinidad.
Intercede por nosotros.
- Tú que eres digno de ser alabado por siempre.
Intercede por nosotros.
ORACIÓN
Señor, recuérdate de las bondades de tu Siervo José Gregorio, no recuerdes sus pecados, sino el amor a tus mandamientos y la facilidad para cumplirlos. Te lo pedimos por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
CANTO AL DOCTOR JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ
Doctor Gregorio Hernández
busco tu intercesión
para que cures mi alma
sanes mi corazón (bis).
A los pobres y enfermos
les das la fe y la salud,
más que en remedios confiamos
en tu amor y en tu virtud.
Consuelo das al que sufre,
al moribundo perdón,
a los pobres, providencia,
a todos tu intercesión.
Venimos porque creemos
tu poder medicinal,
que Dios te ha dado del cielo
para curar nuestro mal.
Tu vida fue claro ejemplo;
fe, esperanza y caridad
Amor a la Virgen Madre,
y a la Santa Trinidad.
Tu virtud y testimonio
hoy queremos imitar
pedimos al Dios Eterno
te de un sitio en el altar.
Doctor Gregorio Hernández
busco tu intercesión
para que cures mi alma
sanes mi corazón.
¡Gracias Señor!
Fuente: http://www.rosasdegregorio.org/