Para empezar:
Padrenuestro, Ave María y Credo.
Pasando las cuentas separadas, en sustitución del Padrenuestro (en el Rosario):
PADRE ETERNO, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu muy amado Hijo y Señor Nuestro, JESUCRISTO, en expiación de nuestros pecados y de los del mundo entero.
Pasando la cuentas de la decena, en sustitución del Ave María (en el Rosario):
Por su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Para terminar:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal: Ten Piedad de nosotros y del mundo entero. (Tres veces)