jueves, 3 de junio de 2010

Oración a Cristo, sumo Sacerdote.




Señor, Jesucristo, nuestro magnifico y supremo Sacerdote. Por tu Muerte y Resurrección te hemos reconocido como el Cordero sacrificial, mediador entre el Padre y nosotros mismos. Nos llamas a participar en tu Muerte y Resurrección te hemos reconocido como el Cordero sacrificial, mediador entre el Padre y nosotros mismos. Nos llamas a participar en tu Muerte y Resurrección por los sacramentos del Bautismo y Confirmación, para unirnos en el ofrecimiento del sacrificio de Ti mismo por la participación de tu Sacerdocio en la Eucaristía. Así pertenecemos a tu Reino en la tierra, haciendonos tu pueblo santo.

Señor Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote, concédenos tu Espíritu de Amor y Vida que nos una a ti, Sacerdote y Víctima, para que el plan de salvación para todos los pueblos se establezca dentro de nosotros.
Señor, Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote, concédenos tu Espíritu de Sabiduría y unión, que a todos nos unifique en tu Cuerpo Místico, la Iglesia, para ser tus testigos en el mundo.
Señor, Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote, tu cruz remedie nuestros males, tu Resurrección nos renueve, tu Espíritu Santo nos santifique, tu Realeza nos glorifique y nos redima tu Sacerdocio, para que podamos unirnos contigo como tu lo estas con el Padre en el Espíritu Santo.

Señor, Jesús, reúnenos a todos en tu Persona –Víctima, Sacerdote, Rey – por el banquete salvador de la Eucaristía que Tu y nosotros ofrecemos en el altar del Sacrificio, ahora y durante todos los días de nuestra peregrinación por este mundo. Cuando nos llames a tu Reino celestial, entonces podamos participar con todos los santos de tu gloria, amor y vida en unión con el Padre y el Espíritu Santo por toda la eternidad. Amén.
Oración
¡Oh Señor! Nos has regalado este sagrado Banquete en el cual recibimos a Cristo, se renueva la memoria de su Pasión, el alma se llena de gracia y nos es dada en prenda la gloria futura. Nos has dado pan del cielo que contiene en sí todo deleite.

Oremos: Oh Dios y Padre nuestro, has designado Supremo Sacerdote a Jesucristo, para tu gloria y nuestra salvación. Haz que el pueblo rescatado con su Sangre para Ti llegue a participar del poder de tu Cruz y Resurrección por la celebración de su Memorial en la Eucaristía, porque Él vive y reina contigo en el Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Oh Jesús Tu nos has dejado el recuerdo vivo de tu Pasión oculto bajo los velos de este Sacramento, concédenos te pedimos venerar de tal manera estos sagrados misterios de tu Cuerpo y Sangre, que podamos siempre gozar de los frutos de tu Redención. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.